Debido a que me he metido de lleno a intentar aprender lo más posible y puesto que de todas maneras tengo que hacerlo para mí, me he propuesto compartir esta guía básica de chartismo con vosotros.
El contenido “técnico” de esta guía está disponible por toda la red y solo me he tomado la molestia de reunirlo aquí y tratar de darle un orden.
Fuente principal: megabolsa.
Igualmente, vendrá acompañado de “sugerencias y consejos” personales míos que no vienen inicialmente con el contenido técnico y que estarán señalados como “Observación Personal”.
Debe tenerse en cuenta de que pueden faltar muchos conceptos que, por mi inexperiencia en el tema, puedo estar olvidando u obviando. Sed tan amables de indicarlo cuando así se requiera para añadirlo y/o modificarlo.
De la misma manera, esta guía básica se irá expandiendo conforme vosotros participeis. Por el momento, la doy por completa. Guía lista para ser usada.
Observación Personal:
Tal y como lo hemos dicho alguna vez: como todo lo que tiene valor en la vida, a esto del trading hay que dedicarle tiempo, leer, investigar y aprender. Si no tienes voluntad para hacer esto, mejor ni te metas.
Partiendo desde el principio…
Charles H. Dow creo en 1884 dos medias o índices sectoriales para la Bolsa de New York, que llamó Dow Jones Industrial Average (índice del sector industrial) y Dow Jones Transport Average (índice del sector de transporte). Con estos índices, pretendía establecer un indicador de la actividad económica, ponderando dicha actividad a través de la evolución de determinados sectores en el mercado bursátil. Charles H. Dow mantenía que el auge de la actividad económica implica una mayor producción de las empresas industriales, que al incrementar sus beneficios ven incrementadas la demanda de sus acciones y consecuentemente sus cotizaciones. Esta expansión lleva un efecto de arrastre al resto de sectores, cuyas empresas empiezan a tener beneficios, y mejoran también sus cotizaciones.
Basándose en estos índices, Charles H. Dow, formuló su teoría, en la cual se basa todo el análisis técnico moderno y por supuesto el chartismo. Los puntos básicos de la Teoría de Dow son:
1. Los índices lo reflejan todo. Todos los factores posibles que afectan a la cotización de las sociedades que cotizan en la bolsa de New York están descontados por estos índices, que valoran todas las noticias, datos e incluso desgracias naturales.
2. Los mercados se mueven por tendencias. Las tendencias pueden ser alcistas: cuando los máximos y mínimos son cada vez más altos o bajistas: cuando los máximos y mínimos son cada vez más bajos. A su vez las tendencias pueden ser primarias, secundarias o terciarias, según su duración.
3. Principio de confirmación. Para confirmar una tendencia es necesario que los dos índices coincidan con la tendencia, es decir los dos índices han de ser alcistas o bajistas a la vez.
4. Volumen concordante. Si el mercado es alcista el volumen se incrementara en las subidas y disminuirá en los descensos de los precios. Por el contrario si la tendencia es bajista, el volumen será más alto en las bajadas y se reducirá en las subidas. Es decir el volumen acompaña a la tendencia.
5. Sólo se utilizan las cotizaciones de cierre. La Teoría de Dow, solo utiliza las cotizaciones de cierre, sin tener en cuenta los máximos o mínimos de la sesión.
6. La tendencia esta vigente hasta su sustitución por otra tendencia opuesta. Hasta que los dos índices no lo confirman, se considera que la tendencia antigua sigue en vigor, a pesar de los signos aparentes de cambio de tendencia. Este principio intenta evitar cambios de posición prematuros.
Estos principios están plenamente vigentes en la actualidad, y como hemos dicho todo el análisis técnico y chartista se basa fundamentalmente en la Teoría de Dow. Hoy el promedio Dow Jones de valores industriales, es el índice más conocido en América y en todo el mundo.
Y luego de la cápsula histórica y del buen rollito pro capitalismo salvaje, vamos a la chicha.
¿Qué es el chartismo?
El chartismo es un sistema de análisis y pronóstico bursátil, que forma parte del análisis técnico. Se basa exclusivamente en el estudio de las figuras que dibuja la curva de cotizaciones en un gráfico bursátil (chart). Tiene su origen en los principios de siglo XX y se afianzó en los años treinta, ya que la amplitud y profundidad de la crisis de 1929 generaron nuevas reflexiones tendentes a aportar otras técnicas de análisis en bolsa, que mejorasen la información obtenida por el análisis fundamental. En Europa se dio a conocer a partir de los años cincuenta, y en España empezó a utilizarse a partir de la década de los setenta.
El chartismo, que se puede traducir como análisis gráfico, prescinde completamente del valor intrínseco que puede tener una acción, de los resultados de la empresa, de las noticias sobre la misma, etc. Centra toda su atención en la cotización, y en menor medida en el volumen de negociación, con estos datos, el analista técnico, dispone de dos elementos que no admiten mucha manipulación y que son fáciles de obtener.
El objetivo del chartismo es determinar las tendencias de las cotizaciones (es decir si esta en fase alcista o bajista) e identificar los movimientos que realiza la curva de cotizaciones cuando cambia de tendencia (es decir cuando pierde la fase alcista y pasa a bajista, y viceversa). Para obtener resultados se basa exclusivamente en el estudio de las figuras que dibujan sus cotizaciones. Este conjunto de figuras se hallan minuciosamente estudiadas y codificadas, indicando cada una de ellas la evolución futura de las cotizaciones con un factor de riesgo determinado.
El chartismo se basa en tres premisas:
– Todos los factores que afectan a una empresa se reflejan, y son descontados, por la cotización.
– Las cotizaciones se mueven por tendencias.
– Los movimientos de las cotizaciones siempre se repiten.
Teniendo en cuenta estas premisas, el análisis chartista, mantiene que conociendo la cotización, no es necesario analizar las causas que la mueven, siendo suficiente identificar con claridad la tendencia de la cotización y vigilar los movimientos de la misma para controlar y anticiparse a cualquier cambio de tendencia.
Observación Personal: Este aspecto es muy importante ya que estamos rodeados de mucho ruido que nos afecta en mayor o menor medida y nos puede llevar a tomar decisiones basadas en nuestras emociones y no en los datos fríos que tenemos, rompiendo con esto nuestra disciplina y dejándonos a la deriva a merced de la corriente y sin timón.
Ejemplo práctico de esto es, por ejemplo, tomar o buscar las decisiones en un chat. fulano dice subirá, zutano dice que va a bajar, mengano dice que se mantendrá igual, agapito menciona que Rajoy ha anunciado que le cae mal el bitcoin y que hay que prohibirlo y así, etc, etc, etc.
Si bien las opiniones y las noticias pueden darte una idea de lo que pasa, al final, nadie sabe con un 100% de certeza lo que va a ocurrir. Sin embargo, si sabes interpretar correctamente el chart, el porcentaje a tu favor es mayor y siempre será mas alto que si tomas una decisión basada en un rumor, en un “yo creo” o una noticia manipulada que, en el mejor de los casos, es una verdad a medias. Y una verdad a medias no significa que sea siquiera la mitad de la verdad.
> **¿Qué es un chart**? La palabra chart en inglés significa gráfico. En bolsa se llama chart al gráfico en el que se representan las cotizaciones de una empresa o de cualquier título que cotice en un mercado financiero (bonos, materias primas, etc.). En el eje vertical del gráfico se colocan las cotizaciones, y en el eje horizontal el tiempo o sesiones de cotización; tiempo que, según la antigüedad con lo que se quieran analizar las cotizaciones, se pueden comprimir desde minutos hasta a horas, días, semanas, meses e incluso años.
Colocando en cada medida de tiempo o sesión la cotización correspondiente se forma la curva de cotizaciones. Esta curva permite analizar la evolución de un título a través del tiempo, es decir, se puede ver si está en máximos o mínimos, si ha subido o bajado mucho en las últimas sesiones, etc. Además la curva de cotizaciones es el elemento básico, en que se apoya el chartismo o análisis gráfico, el cual estudia las figuras que forman la curva de cotizaciones (cabeza hombros, doble techo, etc.) y basándose en estas figuras, determina la tendencia de las cotizaciones.
Generalmente el chart de la cotización se acompaña de otros charts complementarios que ayudan a analizar la curva de las cotizaciones. Habitualmente en la base de chart y con la misma escala de sesiones se añade el chart de volumen de negociación, es decir la cantidad de títulos que se han negociado, expresado generalmente en número de títulos o en dinero. También se acompaña, a veces, de indicadores u osciladores técnicos, que son otra herramienta del análisis técnico.
> **¿Todos los charts son iguales?** Básicamente todos los charts representan la curva de cotizaciones de las acciones de una empresa o de cualquier otro activo financiero (bono, futuro, etc.), pero pueden tener importantes diferencias visuales entre ellos. Estas diferencias surgen según se modifique la forma de medir las cotizaciones (eje vertical), o el periodo de cotización (eje horizontal). Además también pueden existir variaciones en la curva de cotizaciones, según se indique en el chart solo la cotización de cierre o se indiquen conjuntamente la cotización de apertura, la cotización máxima y mínima y la cotización de cierre.
Según la escala del eje horizontal (sesiones) el chart puede ser diario, semanal, mensual, etc. Un chart diario es aquel en que la curva de cotizaciones se forma añadiendo las cotizaciones de cada sesión. En un chart semanal, la curva de cotizaciones está formada por el conjunto de cotizaciones agrupadas por semanas. En un chart mensual, lógicamente, la curva de cotizaciones esta formada por el conjunto de cotizaciones agrupadas por meses; es decir en este chart la cotización de apertura es la de la primera sesión del mes, la de cierre es la cotización de cierre de la última sesión del mes, y la cotización máxima y mínima son las máximas y mínimas del mes. Cuanto más amplia es la agrupación de las cotizaciones mayor es el historial de cotizaciones (charts largos) que cabe en un gráfico, aunque a cambio se pierde el detalle de las últimas sesiones. El caso opuesto a los charts largos es el chart intraday que está formado por las cotizaciones de una sola sesión y sirve para analizar las cotizaciones a lo largo de una sola sesión.
Según la escala del eje vertical (cotizaciones) el chart puede ser aritmético o semi-logarítmico. El mas usual es el chart aritmético, en el que la escala de las cotizaciones es aritmética, con lo que a valores de subidas o bajadas iguales, corresponden espacios iguales en el eje vertical de las cotizaciones. Por el contrario, en un chart semi-logarítmico la escala de las cotizaciones (eje vertical) es logarítmica, con lo que a porcentajes de subidas o bajadas iguales corresponden espacios iguales en el eje vertical de las cotizaciones.
Ejemplo 1:
consideremos que la cotización de un título pasa, en una fase “a” de 10 a 20 puntos, y luego en una fase “b” de 20 a 40 puntos. En un chart aritmético, en la fase “a”, la curva de cotizaciones habrá ganado 10 espacios en la escala vertical y 20 espacios en la fase “b”, dando la sensación de que la segunda subida es más importante que la primera, cuando en realidad en ambos casos la subida es igual en porcentaje, ya en ambas fases, la subida dobla (100 %) la cotización anterior. Es decir, en la fase “a”, al pasar de 10 a 20 puntos, el resultado es subir 10 puntos y doblar (100 %) la cotización; en el segundo caso, en la fase “b”, al pasar de 20 a 40 puntos, la subida ha sido de 20 puntos, (el doble que la anterior), pero también ha doblado (100 %) la cotización anterior. Es decir en porcentaje las subidas son iguales, a pesar de que visualmente, la segunda subida fase “b”, dobla en valor absoluto a la primera, fase “a”.
Para evitar este falso efecto visual, un chart semi-logarítmico, en la escala de cotizaciones, expresa los incrementos, no en forma absoluta, sino en forma de porcentajes, con lo que es más realista para comparar cotizaciones que han aumentado mucho, debido a que el chart, por ejemplo, es muy largo.
Ejemplo 2:
En 1986 el Indice General de la Bolsa de Madrid pasó de 100 a 200 puntos en un año, lo que representó una extraordinaria subida del 100 % en un sólo año, mientras que ahora una subida de 100 puntos representaría sólo un 15 % aproximadamente de subida. En estos casos es aconsejable usar un chart semi-logarítmico. Para ilustrar estas diferencias, representamos dos charts largos (mensuales) del Indice General de la Bolsa de Madrid, uno de ellos en escala aritmética y el otro en escala logarítmica (semilogarítmica).
A pesar de que en los dos charts, esta representando el mismo Indice General de la Bolsa de Madrid, el aspecto visual de ambos es muy diferente, y las conclusiones que se pueden extraer analizando gráficamente ambos chart son desiguales. Por ejemplo si se valora la fase alcista iniciada en los mínimos de 1992, en el chart aritmético se saca la conclusión de que ya ha desarrollado una extraordinaria amplitud, unos 500 puntos del Indice General de la Bolsa de Madrid. Pero si lo analizamos en el chart semi-logarítmico, observamos que la actual fase alcista, en porcentaje, es del orden de las dos terceras partes del alza iniciada en 1983.
En resumen, en los charts aritméticos, cada unidad de precio es de igual medida en la escala del eje vertical. Es decir si un valor pasa de cotizar desde 10 hasta 20, la distancia en la escala es la misma que si pasa de cotizar desde 100 hasta 120. Evidentemente, en el primer caso, hay un incremento del precio del 100 %, y en el segundo caso del 20 %. En los charts semi-logarítmicos, a diferencia de la escala aritmética, la escala logarítmica proporciona un mismo espacio a porcentajes iguales, esto es el espacio entre 100 y 120 es más pequeño que el de 10 a 20.
> **¿Qué es un chart semilogarítmico?** Un chart semilogarítmico es aquel en el que la escala de las cotizaciones (eje vertical) es logarítmica, con lo que a porcentajes de subidas o bajadas iguales corresponden espacios iguales en el eje vertical de las cotizaciones. Por el contrario, el eje horizontal, que representa el tiempo, tiene divisiones lineales o aritméticas. Debido a que solo un eje (el vertical de las cotizaciones) tiene escala logarítmica, su nombre correcto es semilogarítmico, aunque habitualmente se conoce como chart logarítmico.
Aunque en el análisis chartista es recomendable usar charts semilogarítmicos, estos son en general poco utilizados, predominando los charts aritméticos o lineales. La ventaja de los charts semilogarítmicos es que permite comparar las subidas o bajadas de la curva de cotizaciones de forma relativa y no en términos absolutos. Por ejemplo si la cotización de un título pasa de 10 a 20 y luego a 40 puntos en un chart aritmético en el primer caso la curva de cotizaciones habrá ganado 10 puntos y 20 en el segundo, dando la sensación que la segunda subida es más importante que la primera, cuando en realidad en ambos casos la subida es igual en porcentaje, ya que dobla la cotización anterior. Es decir al pasar de 10 a 20 el resultado es subir 10 puntos y doblar la cotización; en el segundo caso al pasar de 20 a 40 puntos ha subido 20 puntos, pero también ha doblado la cotización anterior, es decir en porcentaje las subidas son iguales.
Un chart semilogarítmico en la escala de cotizaciones expresa los incrementos, no en forma absoluta, sino en forma de porcentajes, con lo que es más realista para comparar cotizaciones que han aumentado mucho, debido a que el chart, por ejemplo, es muy largo. Por ejemplo en 1986 el Indice General de la Bolsa de Madrid pasó de 100 a 200 puntos en un año, lo que representa una subida del 100 %, mientras que ahora una subida de 100 puntos representa solo un 10 %. En estos casos, en charts largos, es necesario usar un chart semilogarítmico.
> **¿Con el chartismo se puede comprar en el mínimo y vender en el máximo?** No, el chartismo no permite determinar el último día de la tendencia alcista o bajista para adelantarse al cambio y poder vender el último día de la subida, o comprar el último día de la bajada. El chartismo necesita confirmar las figuras o señales que determinan un cambio de tendencia, para lo cual tiene que esperar a que se inicie el ascenso o descenso, para confirmar que esta tendencia tendrá continuidad y comprar o vender con rapidez, para poder aprovechar el resto de la tendencia alcista o bajista. Por ejemplo en una figura de hombro cabeza hombro, la señal de venta se produce cuando se rompe a la baja la línea de clavícula, línea que está muy por debajo de los máximos, que están en el pico que conforma la cabeza. Además, a la obligada espera para que se confirme la figura chartista, se ha de añadir la zona de seguridad del tres por ciento del valor de la cotización, no pudiéndose dar por confirmada teóricamente la rotura hasta que rebasa este nivel.
El chartismo es un sistema gráfico de análisis de tendencias, mediante el cual se puede determinar la tendencia de las cotizaciones, e identificar los movimientos de la curva de cotizaciones cuando se prepara un cambio de tendencia, pero nunca permite determinar la sesión de máxima cotización en las subidas, o la de mínima en las bajadas.