CAPITULO 9: FIBONACCI, algo mas que tradear: EL ENIGMA DE SU USO EN LAS CONSTRUCCIONES ANTIGUAS Y SU PRESENCIA EN LA NATURALEZA
Hablar de la secuencia de Fibonacci, del número de oro, de la proporción áurea no es una cuestión baladí. Estamos ante uno de los enigmas mas grandiosos de todos los tiempos. Y seguramente, oculte parte de las respuestas a las grandes cuestiones que nos planteamos a lo largo de nuestra vida.
La puedes encontrar en el espacio (galaxia m74), en el arte (el Hombre de Vitruvio-Da Vinci) en las culturas y civilizaciones antiguas (parthenon griego), en la naturaleza (una caracola), en la fruta (una piña), en el agua (la distribucion de los átomos de una gota), en la música (en las teclas de un piano), en la anatomía (proporción de la forma de la cara), en la secuencia del adn… y en una infinita serie de campos y materias diferentes.
Y la pregunta es, porque es esto así? Muchos científicos, humanistas, biólogos, teóricos de la conspiración… se han planteado esta misma cuestión. No soy yo nadie, para ofreceros una respuesta, pero si para animaros a buscar vuestra propia explicación.
Y entonces, después de saber esto, no es de extrañar que afecte al trading y las gráficas. Pudiera ser que el origen de la aplicación del sistema de fibos proviniera de un efecto placebo o borreguil de correcciones y rebotes al precio psicológico que el individuo calcula, fruto de su experiencia y probabilidad aritmética. Pero yo, que soy mas romántico con las matemáticas, prefiero verlo como fenómeno y esencia de la pregunta que nos hicimos en el párrafo anterior.
Por supuesto, en el trading esta secuencia permite crear marcos temporales de naturaleza fractal, formando patrones matemáticos que dan origen a las matriuscas (mismas figuras chartistas en diferentes marcos temporales).
Para no extenderme más, concluiré con una frase que podria resumir que es la proporcion aurea en el trading: lo pequeño es a lo grande como lo grande es al todo
Os dejo unas fotillos, para deleitaros la vista:

Dejadme las preguntas que queráis. Y las responderé encantado.
