Imagine que la población mundial descubriera, a través del tiempo o por alguna experiencia real de la vida, lo que es vivir con una moneda que no pierde su valor, sino que por el contrario, gana valor. A medida que la economía crece y nuestras capacidades de producción aumentan los precios deben bajar, sin embargo, la única razón por la que no lo hacen es debido a la inflación monetaria creada por los gobiernos.
Ya hemos establecido que Bitcoin es una base de datos global distribuida, que trabaja en base al consenso y un conjunto de reglas dentro de las cuales podríamos mencionar:
- Cuando alguien encuentra una prueba de trabajo para generar un bloque obtiene algunas monedas nuevas como recompensa.
- La dificultad de la prueba de trabajo o de la red se ajusta automáticamente cada 2 semanas aproximadamente (2016 bloques) con la intención de mantener un promedio de 6 bloques por hora.
- Las nuevas monedas que se dan como recompensa a los mineros se dividen a la mitad cada 4 años.
- La política monetaria de Bitcoin se asimila más a la de los metales preciosos. En lugar de cambiar el suministro para mantener el valor del mismo, el suministro está predeterminado y lo que cambia es el valor. A medida que la cantidad de usuarios crece, el valor de las monedas también. Tiene un ciclo de Retroalimentación Positiva, es decir, a medida que los usuarios aumenta, el valor de los Bitcoin aumenta, lo que normalmente atrae a más usuarios que buscaran aprovechar el incremento del valor.