El presente documento, firmado por 79 médicos y 43 biólogos, expone argumentos de peso avalados por estudios científicos previos y reportes de casos reales sobre muertes y efectos adversos registrados a las agencias del medicamento de todo el mundo; información empírica y objetiva en la que los abajo firmantes nos respaldamos, para pedir el
CESE INMEDIATO DE LAS CAMPAÑAS DE VACUNACIÓN destinadas a implementar productos génicos en la población sana, con la excusa del virus SARS CoV 2.
Creemos firmemente que los riesgos no son asumibles, ni un solo efecto adverso o muerte debe ser tolerado. Entendemos que es imprescindible demostrar sin ningún lugar a dudas, el aislamiento del virus SARS CoV 2, su cultivo directo de pacientes con RT PCRs positivas, para asegurar al 100% su presencia y demostrar su conexión directa con la enfermedad denominada COVID 19, antes de exponer a la población a cualquier ensayo clínico.
Consideramos una absoluta barbaridad la experimentación con productos génicos en las personas sanas, ya que supone un ataque directo al código deontológico de nuestra profesión, la cuál se fundamenta en la preservación de la salud y la vida.
ESTUDIO “ VACUNAS ” COVID 19. 6/abril 2021
Ha sido aceptado por las instituciones (OMS) y por los gobiernos, en base a un paradigma biológico obsoleto y reduccionista, que el llamado síndrome COVID-19 está producido por un virus denominado SARS-CoV-2, el cual no ha sido aislado y purificado de forma objetiva según reconocen los principales estamentos académicos. (1)
El síndrome COVID-19 no es una entidad nosológica desconocida en medicina, ya que tiene las características clínicas y biológicas de los síndromes hemofagocíticos o de inmunidad alterada que, si bien, pueden estar desencadenados (lo cual no es lo mismo que causados) por infecciones víricas o bacterianas, es preciso que confluyan diversas condiciones fisiopatológicas e inmunopatológicas previas, para su desarrollo y manifestación clínica, entre las que se encuentran tóxicos y vacunas, particularmente la vacunación y revacunación antigripal (2,3,4)
Como única solución para la pandemia de COVID-19, declarada por la OMS, se ha propuesto, sin tener en cuenta otras opciones de tratamiento, tanto convencionales como alternativas (5) una inoculación universal para la que se han desarrollado, a marchas forzadas y sin las suficientes garantías de eficacia y seguridad, una serie de fármacos de terapia génica que no cumplen los requisitos biológicos de las vacunas, aunque se intenten equiparar con las mismas.
La actual aprobación (administrativa, no científica) de las llamadas “vacunas covid” por la FDA y por la EMA es condicionada y para uso de emergencia, estando todavía en fase EXPERIMENTAL: fase IV o de estudio postcomercialización, habiéndose desarrollado en un tiempo record, ya que de forma inusual se han superpuesto las fases I y II de los estudios con voluntarios. Se argumenta que esta rapidez en la comercialización de dichas vacunas ha sido posible gracias a la colaboración internacional y a la gran inversión económica realizada por estados e instituciones, pero EL TIEMPO NECESARIO para realizar los estudios de eficacia y seguridad no se puede acortar por estos motivos (6).
Tampoco es lo mismo producir un fármaco para estudio en voluntarios, que fabricarlo DE MANERA INDUSTRIAL para uso en millones de personas y de forma acelerada. Esto conlleva problemas de logística que las empresas no sabemos si han resuelto de manera adecuada, complicando aún más los riesgos derivados de la falta de seguridad (7).
Están en fase de desarrollo y/o comercialización, una serie de vacunas tanto convencionales como experimentales (GÉNICAS) que supondrán enormes beneficios para la Industria Farmacéutica (es notable que MERCK, empresa líder y con la mayor experiencia en la fabricación de vacunas del mundo, se haya quedado al margen de esta carrera).
Hay actualmente cuatro tipos de vacunas:
- dos convencionales y
- dos nunca antes probadas ni aprobadas (terapias génicas).
A nuestro juicio, las que ofrecen más dudas son las NUEVAS TERAPIAS GÉNICAS , en realidad son fármacos para tratamiento génico, ya que no entran en la definición y comportamiento biológico de lo que se supone es una vacuna.
De estas hay, a su vez, dos tipos:
I.-VACUNAS DE ARN ENCAPSULADO: (Pfizer, Moderna y Cure Vac):
Las nuevas terapias de ARNm con nucleósidos modificados contienen N1-metilpseudouridina en lugar de uridina y codifican un péptido optimizado ( P2-mutado ) de longitud completa de la Glicoproteína S encapsulada en nanopartículas lipídicas (LNP) que contienen polietilenglicol y colesterol.
El BNT162b2 LNP de Pfizer, también contiene ALC- 0315 (4-hidroxibutil) azanedil) bis (hexano-6,1-diil) bis(2-hexildecanoato) y ALC-0159(2[(polietilenglicol)-2000]-N,N-ditetradecilacetamida), 1,2-Distearoil-sn-glicero-3 fosfocolina, DSPC . Colesterol, cloruro de potasio, dihidrógenofosfato de potasio, cloruro sódico, fosfato disódico dihidratado, sucrosa y agua para inyección (8).
El LNP de Moderna ARNm 1273 contiene SM-102 ( 8 - (2-hidroxietil) (6-oxo-6- (undeciloxi) hexil) amino) octanoato de heptadecan-9-ilo) y 1,2-dimiristoil-rac-glicero-3-metoxipolietilenglicol-2000 (PEG) .
La terapia BioNTech se administra por vía intramuscular (IM) en dos dosis de 30 μg con 21 días de diferencia, el producto Moderna en dos dosis de 100 μg IM con 28 días de diferencia.
Es de destacar que en los ensayos clínicos en fase 1 de BioNTech (para valorar dosis-eficacia) se comprobó la misma eficacia (producción de anticuerpos) con 10 microg que con 30 microg de ARN. Pero la toxicidad aumentaba con el aumento de la cantidad de ARN. A pesar de ello se decidió seleccionar la dosis más alta y administrar también una segunda dosis.(9).
En cuanto al ARNm de Moderna hay que señalar que es una dosis muy alta (100 microg), por lo que inducirá mayor toxicidad.
Otros dos tipos de terapias de ARNm sintético LNP COVID-19 también han entrado en pruebas:
CureVac acaba de iniciar un ensayo de fase 2/3 para su producto de ARNm deficiente en uridina sin modificar ( CVnCoV ), y durante el verano Arcturus Therapeutics e Imperial College London comenzaron el ensayo en fase 1 de terapias de ARN autoamplificadoras (10) basadas en un alfavirus que codifica proteínas no estructurales para replicar el inmunógeno de proteína S.
Las actualmente comercializadas (Pfizer y Moderna) consisten en moléculas de ARNm modificado (se ha cambiado un nucleósido o elemento constituyente del ARN, la uridina, por una metil-pseudouridina), envueltas en cápsulas nanolipídicas constituidas por lípidos neutros (polietilenglicol) y lípidos catiónicos de elevada toxicidad (9) .
Este ARNm contiene la secuencia genómica capaz de codificar un análogo de la Spike protein del SARS-CoV-2, por lo que se supone que, una vez dentro de la célula, utilizará la maquinaria celular (ribosomas) para traducir la secuencia de bases de dicho ARN a la secuencia de aminoácidos de la proteína S, dicha proteína o más bien fracciones de la misma, serán expuestas en la membrana celular junto a moléculas del MHC para ser reconocidas como antígenos por las células inmunes que desarrollarán una respuesta de anticuerpos frente a los mismos, pero también de Linfocitos T.
De manera que, si ya existen linfocitos T8 citotóxicos por infecciones anteriores por otros coronavirus, lo cual es frecuente, o en una segunda exposición, se producirá un ataque con destrucción y muerte de aquellas células que expresen en su membrana los antígenos derivados de la proteína S vacunal. Esto afectará a las células musculares, en el lugar de la inyección, pero también puede afectar a otras células, particularmente células inmunes y endotelios vasculares. (11)
Es importante destacar al respecto, la estructura tridimensional de la Spike protein que es de tipo cuaternario, estando formada por diversas subunidades, algunas de las cuales tienen homologías de secuencia importantes con proteínas endógenas, lo que es conocido en ciencia como epitopos inseguros (12), por lo que no se puede descartar que se produzca reacción inmune cruzada, lo que daría lugar a procesos y enfermedades autoinmunes.
El proceso de inmunización protectora descrito por los fabricantes, es una suposición teórica simplificada de las acciones que el ARN alterado, introducido en un organismo por vía parenteral puede hacer y hará.
Enumeramos otras posibilidades concomitantes y/o alternativas, así como los posibles riesgos no tenidos en cuenta:
1º) Distribución del ARN vacunal:
Al ser inoculado por vía parenteral, el ARN vacunal se distribuirá por todo el organismo, como se ha comprobado experimentalmente y es conocido también que la spike protein juega un papel en la neuroinmunopatología (Desforges et al 2014; Lyons-Weiler 2020). Por estas razones todas estas células y los órganos que forman pueden ser dañados.
2º) Homologías de secuencia del ARN vacunal (Epitopos inseguros):
La Spike protein del SARS-CoV-2 es una proteína de fusión de tipo 1 similar a la de otros virus como el VIH y virus influenza (14) y tiene homologías de secuencia importantes con proteínas de fusión codificadas por HERVs (retrovirus endógenos que forman parte de nuestro genoma donde cumplen importantes funciones). Concretamente la subunidad de fusión S2, pero también la subunidad de unión S1, de cada trímero de la Spike protein, tiene homología con la Sincitina 1 (Syn-1) del HERV-W codificado en el cromosoma 7 del genoma humano (15).
Esta proteína Syn-1 es imprescindible para la formación adecuada de la placenta humana y, por tanto para un normal desarrollo de la gestación. Pero también es necesaria para la unión del espermatozoide con el óvulo, por lo que es imprescindible para la fecundación (15). Como consecuencia de la analogía de la Spike protein y la Syn-1 se puede producir una reacción cruzada de anticuerpos contra las sincitinas y provocarse abortos e infertilidad femenina. Esto podría ocurrir en el proceso de formación y exposición celular de subunidades de la Spike protein o durante su proteólisis metabólica.
Ya se ha podido comprobar la producción de abortos como reacción adversa a estas terapias de ARN (16).
3º) La Spike protein del SARS-CoV-2 tiene también homologías de secuencia con la proteína sincitina 2 (Syn-2) codificada por HERV-FRD en el cromosoma 6 del genoma humano.
La Sincitina 2, además de intervenir en la formación de la placenta, posee actividad inmunosupresora con la que consigue hacer invisible el feto ante el sistema inmune de la madre, con lo cual se impide el rechazo alogénico y la muerte fetal. Por esta razón, una posible reacción cruzada de anticuerpos hacia la spike protein, que afectara a la Sincitina 2, podría provocar el rechazo inmune materno del feto, además de otros efectos colaterales no deseados como parte de esta previsible inmunidad cruzada. De hecho ya se ha comprobado la muerte de nonatos tras la vacunación covid materna (17) (18).
4º) Posible comportamiento como patógeno sintético del ARN vacunal:
Está descrito en la literatura científica el fenómeno por el cual determinadas infecciones víricas desencadenan la expresión de proteínas HERVs (por ejemplo virus de la influenza A)(19).
También se ha documentado la mayor morbimortalidad por COVID GRAVE en personas vacunadas de la gripe (influenza) en todo el mundo (3), por lo que determinadas infecciones y antígenos vacunales, pueden producir modificaciones inmunitarias que impliquen la expresión de proteínas HERVs facilitando la evolución hacia cuadros de autoinmunidad.
Hace más de 20 años se comenzó a observar que en el suero de pacientes con cáncer y con VIH aparecían anticuerpos contra proteínas que parecían provenir de retrovirus endógenos. Con el avance de la tecnología se comprobó que, efectivamente, había retrovirus endógenos que se estaban transcribiendo. (Christopher Ormsby. Research Scientist - Centro de Investigaciones en Enfermedades Infecciosas, Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Ismael Cosío Villegas”)
En una reciente CARTA dirigida a la EMA, asi como a la presidenta de la Comisión Europea y al presidente del Consejo de Europa, un grupo de reputados científicos y médicos, demuestra, basándose en evidencias científicas, que las terapias génicas de ARN y ADN pueden producir un síndrome COVID, en lugar de prevenirlo, asi como ser la causa de efectos muy graves al facilitar la producción de microtrombosis en órganos como pulmones, corazón, riñón y cerebro.
https://doctors4covidethics.medium.com/urgent-open-letter-from-doctors-and-scientists-to-the-european-medicines-agency-regarding-covid-19-f6e17c311595
Por otra parte J. Patrick Whelan MD PhD , en un documento publicado sobre comentarios previos a la aprobación de las vacunas covid por la FDA, el 9 de dic 2020: Regulations.gov
El pediatra y especialista en síndrome inflamatorio multisistémico (MIS-C). explica:
“Me preocupa la posibilidad de que las terapias destinadas a crear inmunidad contra la proteína pico del SARS-CoV-2 (incluidas las vacunas de ARNm de Moderna y Pfizer) tengan el potencial de causar lesiones microvasculares en el cerebro, corazón, hígado y riñones de una manera que actualmente no parece evaluarse en los ensayos de seguridad de estos posibles fármacos.”
Ya que en base a estudios científicos publicados (reportados en el enlace arriba) parece probable que sólo la spike protein sea la causante del síndrome covid (no un virus completo) por lo que las terapias génicas serían capaces de producirlo. En otras palabras, las proteínas virales parecen causar daño tisular sin replicar activamente el virus.
No podemos asegurar que el ARN encapsulado no se pueda comportar como un patógeno sintético, es decir como una virus like particle, que produzca efectos parecidos a la patología inflamatoria englobada en el síndrome Covid-19 ya que es un tipo de inmunopatología M2-TH2, y el virus artificial podría afectar principalmente a las células inmunes (macrófagos y linfocitos).
Es de destacar que según notificación de Yellow Card (U.K.) la muerte por trastornos generales similares a los descritos como COVID-19, está asociada de manera muy notable con la vacuna covid (20).
Reputados científicos han destacado que la spike protein tiene una secuencia de aminoácidos similar al péptido Gp120 de la proteína de fusión del VIH (Luc Montaigner, Bill Gallaher, Roxana Bruno y Prashant Pradham) por lo que podría inducir linfopenia y, por tanto, inmunodepresión. (Universidad de Queensland, Australia y la Farmacéutica CLS) (21)
Por otra parte hay constancia de que las terapias de ARNm de Pfizer fueron comercializadas sin garantía suficiente de calidad en su fabricación, lo cual genera incertidumbre añadida, a su eficacia y seguridad y demuestra que los organismos reguladores como la EMA y la FDA, son sometidos a “presiones diversas” para agilizar los trámites de aprobación sin las necesarias garantías.
Adjuntamos enlace que explica, en base a una filtración de correos electrónicos, dichos aspectos.
https://www.bmj.com/content/372/bmj.n627?fbclid=IwAR3j4ys1ZDxsgk6R1xhsGifCZXL8qWRGPjQzftNBbd7CiQbMwzjtJGIY3s
tampoco podemos descartar que este ARN truncado pueda expresar otras proteinas preocupantes, dada su homología con las sincitinas, y los riesgos que la expresión ectópica de las sincitinas suponen para la salud (esclerosis múltiple y esquizofrenia) (22, 23, 24). Asi como diabetes (60).
Según la EMA: (25)
Los niveles de ARNm truncado “y las cantidades de una proteína potencial producida por el ARNm truncado serían demasiado bajas para constituir un riesgo de seguridad”. Pero lo cierto es que nadie lo sabe con seguridad, pues igualmente reconoce:
“La experiencia con la integridad del ARNm es limitada”.
Otra preocupación derivada de las terapias génicas es que la información transmitida por una sola proteina viral al sistema inmune de las personas, por las terapias experimentales, esté en la base de seleccionar mutaciones que provoquen cepas resistentes a los posibles anticuerpos formados de manera demasiado selectiva, es decir, unicamente contra la Spike protein del virus, convirtiendo de esta manera, una epidemia fácilmente controlable por la inmunidad de grupo, (en la infección natural se produce inmunidad frente a diversos antígenos víricos) en una epidemia monstruosa con continuos brotes, ocasionando “una catástrofe sin precedentes” (sic)
Esta es la opinión del virólogo, experto en vacunas, Geert-vanden-Bossche, transmitida a la OMS mediante una carta abierta, en la que pide que se detenga la vacunación anticovid.
https://drive.google.com/file/d/1BMVudLApmWDt7MeVd_1I6LzCLXj3cND8/view
https://drive.google.com/file/d/1fB9ivJa5BRWmSh_ReJmgZhabR2ZzlYyZ/view
(transcripción de un fragmento de dicha carta)
Esto se ha observado perfectamente en explotaciones animales en las que las vacunas han producido mutaciones que han ocasionado epidemias peores que la original.
5ª) Posible comportamiento de otras proteínas vacunales como análogos de proteínas HERVs del tipo de las sincitinas:
Debido a las homologías de secuencia encontradas entre las sincitinas y la Spike protein del SARS-CoV-2, es posible que la secuencia de ARN de la terapia exprese péptidos antigénicos (epitopos inseguros) similares a las sincitinas o bien que determinados fragmentos derivados de la proteólisis metabólica de la Spike protein de la teapia se acumulen en el organismo y tengan un comportamiento similar al que se observa en la expresión extemporánea de dichas proteínas sincitinas.
Se sabe que la Sincitina 1 está anormalmente expresada en procesos autoinmunes como la esclerosis múltiple y la diabetes tipo 1, además de en cuadros pisiquiátricos como la esquizofrenia y el TOC. (22, 23,24,60).
También se podría producir este fenómeno por la activación de los propios HERV-W a consecuencia de la terapia como se ha comprobado en determinadas agresiones tóxico-infecciosas y en el COVID grave (19,26).
6º) Problemas derivados de la interacción con el receptor ACE2:
Se acepta que el receptor de la Spike protein del SARS-CoV-2 es el enzima ACE2 que se encuentra ampliamente distribuido por todo el organismo humano. Sin embargo, tiene una expresión predominante en los órganos sexuales masculinos: testículos, encontrándose tanto en las células de Leydig (productoras de testosterona) como en las de Sertoli (túbulos seminíferos) donde cumple importantes funciones de maduración testicular, no dependiente de hormonas, siendo imprescindible para la función reproductiva masculina (27).
La posible unión de la proteína espiga de la terapia con dicho receptor, o bien el depósito de complejos antígeno-anticuerpo en el mismo, puede dar lugar a la inflamación del órgano testicular con desarrollo de orquitis y posible infertilidad masculina.
También en otros órganos donde la expresión de ACE2 es elevada (28) como riñón, corazón e intestino, podrían producirse cuadros inflamatorios con insuficiencia funcional de los mismos. Ya se han observado muertes por problemas cardiacos e intestinales, según notificaciones de Yellow card (U.K.) y VAERS (USA).(62)
Por otra parte, en tejido nervioso, ACE2 es receptor de unas proteínas llamadas sinapsinas (29), muy importantes para diversas funciones de interconectividad neuronal, pudiendo su alteración ocasionar cuadros de diversa gravedad y complejidad. La reducción de la funcionalidad ACE2 (30), ocasionada por la spike protein (infección o TERAPIA) parece conducir a un aumento de la permeabilidad vascular. Si a esto añadimos lesión endotelial causada por los lípidos catiónicos de la LNP o por los detergentes vacunales, como el polisorbato 80, que lleva la vacuna de AstraZeneca (31), se va a producir un aumento de la expresión de “factor tisular” con activación de la vía extrínseca de la coagulación y con inhibición de la expresión de plasminógeno (disminución de la fibrinolisis). Esto favorecerá que se produzcan TROMBOSIS. Estas trombosis serán más frecuentes donde haya flujo sanguíneo lento (venas, capilares como los pulmonares y especialmente sinusoides). Esto concuerda con la relativa frecuencia de trombosis del seno cavernoso observadas, particularmente con la terapia de AstraZeneca (la trombosis del seno cavernoso puede afectar a la visión por la proximidad de nervios oculares). También se pueden producir trombosis en los miembros inferiores por la circulación sanguínea antigravedad.
7º) Silenciamiento génico:
El ARN cumple en la célula diversas funciones de regulación, además de la traducción en proteínas de la información genética. Es bien conocido el fenómeno de silenciamiento génico producido por el ARN interferente (32) de manera que
los ARN de las terapias se pueden comportar como interferentes, bloqueando determinadas funciones vitales. Ha sido recientemente publicado que dicho ARN puede suprimir las proteínas supresoras de tumores, facilitando con ello la aparición de cánceres, especialmente derivados del sistema inmune (linfomas y leucemias linfocíticas):
MEDICAL SHOCKER: Scientists at Sloan Kettering discover mRNA inactivates tumor-suppressing proteins, meaning it can promote cancer. Tuesday March 02, 2021 by: S.D. Wells
También es motivo de preocupación el silenciamiento génico de la proteína diana del receptor testicular ACE2, por lo que éste podría conducir a la esterilidad masculina e incluso a la falta de desarrollo testicular en niños impúberes.
8º) Interacción con HERV-K: (33).
Otra homología encontrada (Gallaher) entre la Spike protein y proteínas Hervs humanas es con proteínas HERV-K (cromosoma 6), relacionadas con enfermedades que afectan a las motoneuronas, por lo que una hiperexpresión de las mismas puede ocasionar enfermedades del tipo de las parálisis (mielitis transversa, ELA).
9º) Conformación priónica (34).
Investigaciones llevadas a cabo últimamente demuestran que el ARN de las terapias covid puede inducir la formación de priones con potencial para causar enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer y ELA.
Los resultados del estudio citado, indican que el ARN de la terapia de Pfizer para Covid-19 tiene secuencias específicas que pueden inducir a TDP-43 y FUS a incorporarse al mismo en sus conformaciones patológicas como priones.
Es sabido que el plegamiento de TDP-43 y FUS en sus conformaciones patológicas como priones causa ELA, degeneración lobar temporal anterior, enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurológicas degenerativas.
El hallazgo mencionado en el artículo citado, así como los riesgos potenciales adicionales, llevan al autor a creer que la aprobación regulatoria de las terapias basadas en ARN para el SARS-CoV-2 fue prematura y la vacuna puede causar mucho más daño que beneficio.
10º) Posible inserción genómica del ARN vacunal en el ADN (35)(36).
Produciéndose mutagénesis insercional en células en división celular, especialmente de la línea germinal (espermatocitos y ovocitos) e inmunitarias en regresión blástica por estímulo antigénico.
11º) Problemas derivados de las nanopartículas lipídicas LNP (37).
Los lípidos catiónicos ionizables son el excipiente crítico en los sistemas de LNP ya que impulsan el atrapamiento y la administración intracelular.
Pfizer contiene ALC-0315 que es el lípido catiónico, y el otro es ALC-0159, el péptido PEGilado.
SM-102 (heptadecan-9-yl 8 - ((2-hidroxietil) (6-oxo-6- (undeciloxi) hexil) amino) octanoato ) es un lípido ionizable patentado que se utiliza para formar nanopartículas lipídicas en la vacuna Moderna COVID-19 .
La eliminación o aclaramiento de las nanopartículas lipídicas que encierran el ARN de la terapia no está estudiado en humanos, pero los estudios realizado en ratas demostraron que pueden permanecer en los organismo durante meses y que su toxicidad es muy elevada (9).
La interacción de los lípidos catiónicos vacunales con moléculas vitales cargadas negativamente: aminoácidos, proteínas y A.N. produce diversas disfunciones, por ejemplo de enzimas, lo que puede conducir a diversas alteraciones bioquímicas y patología a largo plazo.
La interacción con los fosfolípidos de las membranas celular y mitocondrial produce daño de los enzimas de la cadena respiratoria que se encuentran en dicha membrana, ocasionando depresión de la respiración celular (daño cardiovascular y hematológico).
Daño hepático por toxicidad celular directa con hepatolisis periportal. Debido a que la eliminación de estos lípidos se produce exclusivamente por vía hepatobiliar.
12º) Alergia y anafilaxia al polietilenglicol (38).
El polietilenglicol es uno de los lípidos que componen las nanocápsulas en que está envuelto el ARNm, es un lípido tóxico pero utilizado por sus ventajas, como excipiente en otros fármacos y diversos productos. Muchas personas se encuentran sensibilizadas al mismo por exposición previa (muy común en champús, pastas de dientes, jabones, etc.), lo que supone que en el nuevo contacto con el polietilenglicol vacunal, y teniendo en cuenta que la vía de administración es parenteral y, por tanto muy directa, pueden desarrollar un cuadro anafiláctico que podría ser mortal.
13º) Síndrome de ADE: Antibody-dependent enhancement (enfermedad aumentada por vacuna).
Este es uno de los principales y más documentados problemas que presentan las vacunas COVID y no solamente las de ARNm sino todos los tipos, incluyendo las de virus inactivados, de antígenos protéicos y de ADN vectorizado.
En todas las pruebas con vacunas para SARS-CoV y virus similares (sincitial respiratorio), realizadas en todo tipo de animales (ratones, felinos y primates) se ha producido el fenómeno inmunológico conocido como mejora de la infección mediada por anticuerpos, o enfermedad aumentada por vacuna, que consiste en que, al ser expuesta la persona vacunada al virus salvaje o circulante, con posterioridad a la vacunación, en lugar de experimentar una protección, sufre una enfermedad más grave que la natural e incluso la muerte. (39,40, 41, 42,43, 44).
Todos estos posibles efectos adversos fueron publicados por la FDA.
(Center for Biologics evaluation and Research)
II.- VACUNAS DE ADN VECTORIZADO (AstraZeneca, Janssen, SputniK, Cansino).
Los fármacos génicos que se están experimentando contra COVID de este tipo, constan de un gen vírico, retrotranscrito a partir de la información contenida en la secuencia de ARN vírica correspondiente a la Spike protein. Este ADN, para poder entrar en las células, está vehiculizado en un vector viral, es decir, un adenovirus modificado genéticamente para que no se pueda reproducir.
Hay varios tipos de vectores según el tipo de terapia, generalmente son adenovirus humanos (ad. tipo 5, Ad. tipo 26, vacunas Sputnik y Janssen, respectivamente) pero también los hay de chimpancé como es el caso de la vacuna de AstraZeneca (ChAdOx1 n CoV-19):
La terapia ChAdOx1 nCoV-19 (AZD1222) consiste en el vector de adenovirus de simio de replicación deficiente ChAdOx1, que contiene la glicoproteína de superficie estructural de longitud completa (proteína de pico) de SARS-CoV-2, con una secuencia líder del activador del plasminógeno tisular. ChAdOx1 nCoV-19 expresa una secuencia codificante de codón optimizado para la proteína de pico (número de acceso de GenBank MN908947).
Sin embargo, es conocido que un mismo ARNm puede codificar para diferentes proteínas en función de situación y tipo celular (45), por lo que se podrá sintetizar la spike protein pero no podemos descartar que se produzcan también otras proteínas, con funciones desconocidas o interferentes.
En cuanto a su funcionamiento, se supone que el ADN transcribirá un ARNm que codificará la Spike protein del SARS-CoV-2 y a partir de este momento el proceso sería similar al que ocurre en las terapias de ARN m.
continúa …