La prioridad de “la nueva IF” nunca ha sido subirse a los ciclos del mercado. No le interesa tener que pagar a exchanges para que incluyan el token, ni poner publicidad en la Formula 1, ni financiarse a través de fundaciones privadas anónimas o pagar millonadas a una celebrity para que ponga un tweet. De hecho, ya ni siquiera depende de vender su token para financiarse y actualmente incluso tiene más desarrolladores que otros proyectos que están en el top 5.
Su objetivo es ser el protocolo estándar en IoT. Ir construyendo la base para futuras asociaciones con las empresas que participarán en la gigantesca industria 4.0 y muy especialmente ser la red principal de la digitalización institucional a nivel europeo (tal y como viene demostrando desde 2020, adaptándose casi en paralelo con los requisitos de la EBSI). Todo ese proceso está pasando ahora, pero ni Iota, ni las empresas, ni las instituciones, van a hacer en un año o en dos lo que está previsto para 2025 / 2030.
Bitcoin no se creó desde cero, seguramente pasaron décadas desde su código original hasta su bloque génesis. A diferencia de Bitcoin, hemos visto en vivo y en directo como Iota se ha ido construyendo desde cero, basada en una tecnología nueva, con todas sus pruebas de ensayo y error, sus cambios de rumbo y sus “conflictos humanos” como en cualquier organización.
En mi opinión, la llegada de Hans Moog lo revolucionó todo y para bien. Sus nuevas ideas mejoran muchos conceptos y ponen en práctica las teorías que los fundadores no sabían implementar o lo hacían de forma imperfecta. Esos cambios implican volver a rehacer muchos elementos, miles de líneas de código que hay que reescribir, depurar y testear. Crear nuevas herramientas para automatizar tareas y ahorrar tiempo. Incluso esperar a que proyectos como Cardano solucionen ciertos problemas que comparten en protocolos de Consenso y ver si esas soluciones se pueden aplicar en Iota. Todos estos cambios que llegaron con Hans, provocaron que lo que iba a ser un producto entregado con la red Chrysalis, se aplazase para realizar todos estos cambios y añadir más elementos complejos.
Teniendo en cuenta que es un proyecto con planes a largo plazo y que todos estos cambios se tienen que hacer antes del coordicide, la cuestión es simple. ¿Entregar ahora un producto imperfecto y mejorable para que suba el precio en este ciclo o aislarse de los mercados y centrarse en el objetivo para el que ha sido creado?.
El proyecto va a seguir su camino pase lo que pase, aunque el token valga 0,001 (ojalá) o baje al puesto al 200 del marketcap en el próximo invierno cripto.